Nos entristece profundamente informar el fallecimiento de Claudia Mendoza el 2 de julio de 2023, nacida el 5 de mayo de 1954. Claudia fue una mujer extraordinaria conocida por su compasión inquebrantable, su fuerza y su generosidad no tuvieron límites. Su presencia dejó una huella imborrable en los corazones de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.

Claudia deja atrás a sus dos hijos, David (Teresa) y Ricardo. También vivió gran parte de su vida rodeada de sus sobrinos y sobrinas: Cresy, Juan Carlos, Sandra, Víctor, Carlos y Alex, junto con sus hijos Essau, Juan Carlos, Danny, Rosalie, Carlos y Nicole. Los amó como si fueran sus propios hijos.

 Sus adorados nietos, Jaime, Dateli y Cecilia, fueron el pilar de su existencia. Valoraba cada momento que compartió con ellos, atesorando sus presencias y alimentando sus sueños. Su impacto como madre y abuela resonará eternamente en sus corazones La partida de Claudia deja un vacío inmenso e irremplazable en nuestros corazones, su amada familia la extrañará profundamente.

 Claudia inició su viaje hacia Estados Unidos en 1972 desde Oriental, Puebla (nacida en Tlachichuca), lo cual tuvo un significado profundo en su vida hasta el final. Junto a su hermana mayor, Rosa, emprendió este capítulo, cuyo apoyo mutuo e incondicional. Se convirtieron en el pilar de sus vidas en Estados Unidos. Juntas enfrentaron los desafíos y triunfos de construir una nueva vida, unidas por un vínculo indestructible.

 Hasta el final, Rosa cuidó de Claudia de manera altruista. Brindó consuelo y apoyo durante las dificultades de salud de Claudia. La dedicación y el espíritu de cuidado de Rosa personificaron el verdadero significado de la hermandad, y Claudia siempre estuvo agradecida por la presencia y el cuidado incansable de su hermana. A lo largo de su trayectoria profesional, Claudia dedicó muchos años de su vida a Uppco. después de eso, encontró su verdadera vocación en Beltone, donde trabajó incansablemente creando audífonos que mejorarían la vida de innumerables personas. Su dedicación y pasión por su trabajo eran verdaderamente admirables.

 Claudia tenía una fe inquebrantable y fue una fiel servidora en la Iglesia de San Procopio. Participaba activamente en la comunidad de la iglesia y abrazaba su viaje espiritual con devoción máxima. Su fe le brindaba fortaleza y guía, y compartía ese amor con quienes la rodeaban.

 Fue un miembro muy apreciado de Las Guadalupanas, donde se celebraban sus habilidades culinarias. Era especialmente conocida por sus deliciosas enchiladas; en cada evento, las personas hacían fila para disfrutarlas.

 La alegría y amistad que Claudia experimentaba con Las Guadalupanas brindaban una felicidad inmensurable a su vida.

 Claudia logró mucho en su vida, pero su mayor alegría y orgullo se encontraban en sus hijos, David y Ricardo. Ser madre y padre criar a dos caballeros fue su mayor satisfacción. A medida que su familia crecía, Claudia celebraba cada evento de la vida junto a sus nietos.

 Disfrutaba de su tiempo paseando a sus queridos perros: Dunga, Calito, Lilly y Uno. Cualquier día, podías encontrar a Claudia explorando la belleza de la naturaleza y capturando el mundo a través de su lente fotográfico. Estas actividades le brindaban paz y tranquilidad, conectando con las maravillas naturales que la rodeaban. Su amor por la naturaleza y su mirada artística serán recordados para siempre.

 Claudia tenía una habilidad única para encontrar el lado positivo en cada situación, reflejando su perspectiva optimista de la vida. Su entusiasmo contagioso por la vida fue una inspiración para todos aquellos que la conocieron, animándolos a abrazar cada momento y vivir la vida al máximo.

 Claudia tenía un amor incondicional por su hermano, hermanas, sobrinos y sobrinas. Ahora Claudia se reencuentra con su amada madre Guadalupe, su padre Fausto y su hermano Carlos en la paz eterna. Aunque nuestros corazones se llenan de tristeza, encontramos consuelo en saber que están juntos nuevamente, rodeados de amor eterno y tranquilidad.

 Al despedirnos de Claudia, recordamos llevar adelante su legado de compasión, fuerza y amor inquebrantable. Su memoria nos inspirará siempre a abrazar la vida con optimismo y a valorar los lazos familiares y de amistad. El espíritu de Claudia continuará viviendo en nosotros, guiándonos a través de los desafíos de la vida con la misma valentía y elegancia que ella personificaba.

 Velación: Lunes, 10 de Julio, 2023 en la Iglesia San Procopio, 1220 West 18^th Street (Esquina de la Calles 18 & Allport) Chicago, Illinois 60608. (Estacionamiento disponible Calles 16^th y Racine Avenue) 4;00 p.m. – 8:00 p.m.

Servicio Funeral: Martes, 11 de Julio, 2023 Celebración de Vida Misa/Servicio 10:00 a.m. Entierro: Cementerio Casimiro, 4401 West 111^th Street, Chicago, Illinois 60655.

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No lloren por mí, que yo estoy libre; Me fui de la mano con Dios cuando escuche su llamado; Di la espalda a todo y deje todo atrás. Si mi partida les ha dejado un vació a ustedes; entonces llénenla con alegrías y recuerdos. Mi vida ha estado completamente llena; he disfrutado mucho de la vida; buenos amigos, buenos tiempos y las amistades compartidas, sonrisas, y besos; Si; esas cosas, yo también extrañare. A lo mejor mi tiempo parece haber sido corto, no lo alarguen ahora con tanta pena. Levanten sus corazones y compartan conmigo; Dios quiso que me fuera con El ahora. Dios me ha llamado. Dios me ha liberado.

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It is with heavy hearts that we mourn the death of Claudia Mendoza on July 2, 2023, born on May 5, 1954. Claudia, was a remarkable woman known for her unwavering compassion, strength, and boundless generosity. She has left an indelible mark on the hearts of all who knew her. Claudia leaves behind her two sons, David (Teresa), and Ricardo. She also lived more of her life surrounded by her nieces and nephews Crecy, Juan Carlos, Sandra, Victor, Carlos and Alex. Along with their children Essau, Juan Carlos, Danny, Rosalie, Carlos and Nicole. She always loved them as her own.

Her beloved grandchildren, Jaime, Dateli, and Cecilia. They were the cornerstone of her existence. She cherished every moment spent with them, treasuring their presence, and nurturing their dreams. Her profound impact as a mother and grandmother will forever resonate in their hearts. Claudia’s absence leaves an irreplaceable void, and she will be deeply missed by her loving family.

Claudia began her journey to the United States in 1972 from Oriental, Puebla (born in Tlachichuca) which till the end, held a great significance in her life. She embarked on this chapter alongside her older sister, Rosa, whose unwavering support, and guidance and became the foundation of Claudia’s life in the United States. Together, they faced the challenges and triumphs of building a new life. The bond they shared was unbreakable.

Until the end, Rosa selflessly cared for Claudia. Rosa provided the comfort and support during many of Claudia’s health difficulties. Rosa’s dedication and nurturing spirit exemplified the true meaning of sisterhood, and Claudia was forever grateful for her sister’s unwavering presence and care.

Throughout her professional journey, Claudia dedicated many years of her life to Uppco. Preceding Uppco, she found her true calling at Beltone, where she worked tirelessly creating hearing aids that improved the lives of countless individuals. Her dedication and passion for her work were truly admirable.

Claudia had a strong faith. She was a faithful servant at St. Procopius Church. She actively participated in the church’s community and embraced her spiritual journey with utmost devotion. Her unwavering faith provided her with strength and guidance, which she shared with those around her.

She was a most cherished member of Las Guadalupanas. It was at these various events that Claudia’s culinary skills were celebrated. She was especially known for her mouthwatering enchiladas; there wasn’t an event that was held where people didn’t line up to purchase them. Quite honestly, the joy and camaraderie she experienced with Las Guadalupanas brought immeasurable happiness to her life.

Claudia accomplished so much in life, but her greatest joy and admiration could be found in her sons, David and Ricardo. Being a mother and raising two gentlemen. As their family expanded, you could find Claudia celebrating life events with her grandchildren.

She cherished her time spent walking her beloved dogs – Dunga, Calito, Lilly and Uno. On any given day, you could find Claudia exploring the beauty of nature, and capturing the world through her photographic lens. These pursuits allowed her to find peace and tranquility, connecting with the natural wonders that surrounded her. Claudia’s love for nature and her artistic eye will forever be remembered.

Claudia had a unique ability to find the silver lining in every situation, exemplifying her optimistic outlook on life. Claudia’s infectious zest for life served as an inspiration to all who knew her, encouraging them to embrace each moment and live life to the fullest. Claudia had unconditional love for her brother, sisters, nieces, and nephews.

Claudia now reunites with her beloved Mother Guadalupe, Father Fausto, and Brother Carlos in eternal peace. Though our hearts are heavy with sorrow, we find solace in the knowledge that they are together once again, surrounded by eternal love and tranquility.

As we bid farewell to Claudia, we are reminded to carry forth her legacy of compassion, strength, and unwavering love. Her memory will forever inspire us to embrace life with optimism and to cherish the bonds of family and friendship. Claudia’s spirit will continue to reside within us, guiding us through the challengesof life with the same courage and grace she embodied.

Visitation: Monday, July 10, 2023 at St. Procopius Catholic Church, 1202 West 18^th Street (Corner of 18^th Street and Allport Street), Chicago, Illinois 60608. (Parking available on 16^th and Racine Avenue) 4:00 p.m. – 8:00 p.m.

Funeral Services: Tuesday, July 11, 2023 Celebration of Life Mass/Service at 10:00 a.m. Burial: St. Casimir Cemetery, 4401 West 111^th Street, Chicago, Illinois 60655.

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I’m Free Don’t grieve for me, for now I’m free, I’m following the path God laid for me. I took His hand when I heard Him call, I turned my back and I left it all. I could not stay another day, to laugh, to love, to work or play. Tasks left undone must stay that way, I’ve found that peace at the close of day. If my parting has left a void, then fill it with remembered joys. A friendship shared, a laugh, a kiss, oh, yes, these things I too shall miss. Be not burdened with times of sorrow, I wish you the sunshine of tomorrow. My life’s been full, I’ve savored much, good friends, good times, A loved one’s touch. Perhaps my time seemed all too brief, don’t lengthen it now with undue grief. Lift up your hearts and share with me, God wanted me now, He set me free.

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5 Comments To "Claudia Mendoza"

#1 Comment By Shirley H Thompson On July 5, 2023 @ 1:56 pm

#2 Comment By Paula Acevedo On July 6, 2023 @ 11:43 pm

#3 Comment By Marisol Dominguez-Pintor On July 7, 2023 @ 10:12 am

#4 Comment By Beth On July 7, 2023 @ 7:37 pm

#5 Comment By Graciela Bernal On July 10, 2023 @ 4:23 pm

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